ZAPATOS AL REVÉS

lunes, 9 de enero de 2012


 "Vuelve hacia el SEÑOR tu camino..." (Salmos 37:5).

 Un pequeño niño reclamó que los zapatos nuevos estaban
machucando sus pies. Su tía, mirando para bajo, le dijo: "No
es de admirar que esté doliendo. ¡Ellos están cambiados!
Colocó el zapato derecho en el pie izquierdo y el zapato
izquierdo en el pie derecho. Ella lo ayudó a colocar los
zapatos correctamente y, desde aquel momento, el niño pasó a
brincar alegremente como los demás.

A veces nuestras vidas parecen amargas y secas. Nosotros
culpamos a todos que nos cercan por nuestras angustias.
Pero, debemos parar un poco y mirar para nuestros pies. Si
estuviésemos calzando los zapatos correctamente, estaríamos
andando tranquilos y llenos de goce y felicidad.

¡Muchos problemas podríamos evitar si nuestros zapatos no
estuviesen cambiados! ¡Muchos dolores dejaríamos de sentir
si nuestros zapatos no estuviesen cambiados! ¡Mucha alegría
ya estaríamos gozando si nuestros zapatos no estuviesen cambiados!

Los zapatos cambiados nos llevan para direcciones
equivocadas, retiran nuestra paz y no permiten que
disfrutemos los verdaderos placeres de la vida. Si no son
usados correctamente, corremos el riesgo de pasar los días
con malhumor, de no percibir el brillo del sol y la belleza
de la creación de Dios. No habrá alegría en el corazón si
insistimos en andar con los zapatos calzados incorrectamente.

Si sus zapatos están cambiados, no adelanta murmurar y
culpar los otros. Qué usted necesita es acertarlos. Tome la
decisión cierta, no dé más ni un paso sin ajustarlos.

Deje Jesús entrar en su corazón y nunca más sus zapatos
serán cambiados. Sus pies no van más doler y todo su camino
será pleno de alegría y felicidad.
Que Dios te bendiga!

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